EL MOVIMIENTO DEMOCRÁTICO DE MUJERES. ANTECEDENTES HISTÓRICOS

mdmcastellanoEl Movimiento Democrático de Mujeres, nació como una organización que desempeñó una labor pionera, no siempre reconocida, tanto en la gestación del movimiento vecinal como en la movilización feminista a mediados de los años setenta, en la que miles de mujeres se enfrentaron a la Dictadura, la represión franquista no pudo acabar con la memoria de una cultura obrerista y militante adquirida por algunas mujeres durante la II República y la guerra civil ni evitar su transmisión; la nueva situación social a finales de los cincuenta posibilitó un cierto viraje en la estrategia de la dirección comunista.

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Así, al activarse la movilización obrera, el PCE tuvo que hacer frente a dos realidades: por un lado, las detenciones de numerosos cuadros del partido hicieron necesario confiar más responsabilidades a las militantes; por otro, el protagonismo adquirido por las mujeres en las huelgas, sobre todo en Asturias, hizo pensar a algunos dirigentes en la posibilidad de orientar la militancia femenina a la lucha en los barrios. Es a partir de ese momento cuando el PCE planteó la necesidad de crear una organización de mujeres. La primera iniciativa del partido en esta dirección fue la creación en 1959 de la revista clandestina MUJER.

A raíz de la ola de solidaridad que provocaron en 1962 las torturas infringidas a varias mujeres durante las huelgas de Asturias, intelectuales próximas al PCE organizaron, con el visto bueno del partido, una manifestación de protesta que se realizó en Madrid el 15 de mayo de 1962 y que terminó con la intervención de la policía y el arresto de alguna de las participantes. Al ser liberadas, el partido convocó una reunión en casa de Ana Guardionea, en representación del P.C.E Julián Grimau, pero aquel intento fue fallido, al igual que el que se intentó de nuevo un año más tarde. A finales de septiembre 1964 una importante Manifestación protagonizada por varios centenares de mujeres en la ciudad de Burgos para denunciar la suspensión de las visitas que tradicionalmente recibían los presos el día de la Merced, (como recuerdan los testimonios orales), la intensa actividad desplegada por las mujeres de presos en aquellos años no sólo reforzó la solidaridad interna de los grupos, sino que creó nuevos intereses y complicidades comunes.

Vicenta Camacho

Vicenta Camacho

Su nacimiento formal se produjo en Madrid a finales de 1964 dándole el nombre de Movimiento Democrático de Mujeres con nombres como: Aurora Villena, Vicenta Camacho, Isabel Pérez, Josefina Samper, Rosa Roca, Elena García, Natalia Calamai, Isabel Herranz con el deseo de crear un frente femenino de amplia influencia social a parte de denunciar las discriminaciones que sufrían las mujeres, plantear alternativas.
A lo largo de 1965 y 1966, la tarea aunque fue compleja debido al carácter clandestino de la organización, se vio facilitada por la temprana incorporación de activistas procedentes del mundo católico. Gracias a ellas y a la colaboración de sacerdotes progresistas, el MDM tuvo acceso a los locales de las iglesias y a los de grupos y asociaciones religiosas.
Los tres ámbitos sobre los que el Movimiento Democrático de Mujeres proyectó su actividad: El primero y el que serviría de plataforma para los otros dos fue el solidario, apoyando a los presos y presas y a sus familiares y denunciando la política represiva del régimen franquista.
El segundo espacio fue eminentemente político ya que el objetivo prioritario para muchas de las militantes del MDM, y desde luego del PCE, fue erosionar al régimen franquista trasladando a los barrios obreros la conflictividad social. Para conseguirlo, el MDM intentó implicar a las amas de casa en la movilización vecinal combinando las protestas por la falta de infraestructuras y equipamientos o la elevación de los precios, con la reclamación de los derechos y libertades propias de un sistema democrático. Finalmente, una parte muy significativa de la dirección del MDM se embarcó en la búsqueda de un tercer espacio, el feminista, a partir de un discurso que hiciera compatibles las reivindicaciones específicas de las mujeres con la lucha antifranquista. Una vez creado, el MDM buscó formulas para darse a conocer y en julio de 1967 promovió junto a católicas progresistas, profesionales, universitarias e intelectuales un documento titulado Por los derechos de las mujeres españolas, en 1968, además de exigir el fin de la represión, libertad y democracia, se reivindicaba la derogación de la licencia marital, la instauración de patria potestad conjunta, la creación de guarderías y comedores para hacer compatible la maternidad y el trabajo, el fin de la discriminación salarial. Surgen grupos clandestinos del MDM en otras ciudades y regiones como Zaragoza, Valencia, Canarias y/o Asturias.
Un hito en la historia del MDM en el proceso de convocatorias fue la del 29 de noviembre de 1971, se trató del primer boicot a los mercados de Madrid por la gran subida de los precios, repitiéndose otros a lo largo de 1973 y 1974. La repercusión de estas huelgas de compra fue tan importante que la revista Cambio 16 llevó el tema a su portada en el número de marzo de 1973 con el expresivo titular de La mujer salió a la calle.
Durante estos años, el MDM, y de Amas de Casa fueron organizaciones pioneras en la movilización vecinal. Para el año1974 los propios servicios de información del régimen señalaban en un informe que la participación de las mujeres había hecho de los barrios obreros “el principal punto de incidencia de la agitación subversiva”.
Otra cuestión que tampoco ha sido tenida en cuenta por la mayoría de los trabajos sobre la movilización social contra la dictadura, es que el MDM se convirtió en el canal mediante el cual el movimiento de mujeres se conectó con la oposición al franquismo, tanto en el espacio de la lucha sindical como en el estrictamente político46.
Ya a finales de los sesenta el boletín La mujer y la lucha presumía del aumento tanto en número como en visibilidad de las mujeres en la celebración del 1º de Mayo: llevando las reivindicaciones de los trabajadores hasta los mercados y colaborando en que los barrios obreros aparecieran regados de octavillas y pintadas llamando a los españoles a manifestarse por un salario vital, por la libertad, por la democracia y por el poder obrero.

El MDM evolucionó desde la práctica solidaria, la reivindicación política y el activismo vecinal hacia la elaboración de un discurso cada vez más comprometido con el feminismo. Las comunistas del MDM trataron de impulsar los debates relacionados con las cuestiones de género en el seno del Partido Comunista. Desde luego se trató de una tarea compleja, las cuestiones de género ocuparon un lugar marginal tanto en la prensa comunista como en los informes elaborados por el partido. Sin embargo, aceptar esta realidad es compatible con reconocer el esfuerzo de muchas comunistas por combatir estas situaciones. Por otro lado, sería injusto centrar todas las críticas en el PCE y no reconocer que el androcentrismo fue un mal que afectaba a la práctica totalidad de las fuerzas políticas. En 1976 el MDM adoptó el nombre de Movimiento Democrático de Mujeres/ Movimiento de la Liberación de la Mujer (MDM/MLM), el principal boletín de la asociación cambió su cabecera y comenzó a llamarse La mujer y su lucha, se crearon las comisiones de enseñanza y universitaria para trabajar de forma más específica con estos sectores y se actualizó el programa de 1968, dotándole de un perfil más feminista.
De 1975 a 1982 se profundiza en los debates de género incorporando al discurso el feminismo marxista; en definitiva, el MDM fue la organización donde se encontraron varias generaciones de mujeres que lucharon contra la dictadura. Las que se enfrentaron al franquismo desde la defensa de sus familiares encarcelados y las que rechazaron la legitimidad de un sistema político que restringía las libertades y discriminaba a las mujeres. Desde esas fechas, la ideólogas del MDM profundizaron en los debates de género e intentaron incorporar a su discurso las tesis del feminismo marxista, y sobre todo, volcaron todos sus esfuerzos en las campañas que el conjunto del movimiento feminista coordinó entre 1975 y 1982 reivindicando la despenalización del adulterio y los anticonceptivos, exigiendo una ley de divorcio, la despenalización del aborto y denunciando las agresiones sexuales, el sexismo y cualquier tipo de discriminación.
A través de miles de actuaciones desarrolladas por toda España, el feminismo organizado se convirtió en un grupo de presión que modificó la agenda política de la transición al obligar a las élites masculinas de los partidos políticos a posicionarse y tomar decisiones sobre temas que no figuraban en su proyecto de cambio político o que habían defendido con sordina antes de la muerte de Franco. Quizá esa sea la mayor aportación del feminismo, y del MDM a la historia de la transición: haber logrado que las españolas conquistasen derechos corporales, civiles, sociales y políticos que se les habían negado durante décadas, y con ello haber contribuido a ampliar la democracia en nuestro país.
A partir del año 1982 el MDM se va disgregando y/o diluyendo hasta desaparecer.
En junio de 2013, impulsado de nuevo por la Secretaría Federal de la Mujer del P.C.E renace de sus cenizas; con un Manifiesto aprobado por unanimidad, se reinicia la andadura. VAMOS A RECONSTRUIR EL MDM PARA CONTRUIR UNA VIDA EN LIBERTAD.

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